Una cosa es que los agapornis piquen por experimentar o llamar la atención y otra es picar agresivamente. Hay que diferenciar esos dos puntos, ya que tendrían
diferentes actuaciones.
Tenemos que tener en cuenta que no son animales jerárquicos, sino que se rigen por el "poder" del momento. Da igual que tú le pongas de comer o le hayas cuidado, eres un igual. De ahí que tengamos que respetar si en un momento dado no quiere que le cojamos, pero él también tendrá que respetarnos si no queremos que esté en nuestra cabeza.
Sobre esas "relaciones negativas" tenemos que tener mucho cuidado con la jaula. Me explico: muchos dueños cuando el ejemplar hace algo que no debe cogen y lo meten en la jaula. El ejemplar termina relacionando la jaula con un castigo y una cárcel, y cuando están sueltos se vuelven mucho más agresivos y en la jaula se ponen histéricos. La jaula siempre debe ser algo positivo, un sitio para que coma, descanse y juegue, no el sitio donde meterles cuando no nos apetece que nos esté molestando.
Para esas "llamadas de atención" a su comportamiento no se utilizan golpes ni el pulverizador. No tenemos que relacionarle un objeto o nosotros mismos con un castigo. Tenemos que sacarle de ese estado haciéndole ver que eso no está bien. Un "NO" seco suele llegar.
Lo mejor para que no necesite estar llamando constantemente nuestra atención y que esté mejor es que tuviera una compañía permanente de otro ejemplar de la misma especie.
También sería recomendable sacarle todos los días para que realice sus vuelos y se relacione con nosotros, pero siempre cuando podamos prestarle atención. Es decir, sacarle y dejarle solo mientras estamos nosotros a otra cosa por ahí suele ocasionar que venga a nosotros para llamar nuestra atención. Mejor jugar con él para que desgaste bien energía y luego meterlo en la jaula.
Tenemos que tener en cuenta que no son animales jerárquicos, sino que se rigen por el "poder" del momento. Da igual que tú le pongas de comer o le hayas cuidado, eres un igual. De ahí que tengamos que respetar si en un momento dado no quiere que le cojamos, pero él también tendrá que respetarnos si no queremos que esté en nuestra cabeza.
Sobre esas "relaciones negativas" tenemos que tener mucho cuidado con la jaula. Me explico: muchos dueños cuando el ejemplar hace algo que no debe cogen y lo meten en la jaula. El ejemplar termina relacionando la jaula con un castigo y una cárcel, y cuando están sueltos se vuelven mucho más agresivos y en la jaula se ponen histéricos. La jaula siempre debe ser algo positivo, un sitio para que coma, descanse y juegue, no el sitio donde meterles cuando no nos apetece que nos esté molestando.
Para esas "llamadas de atención" a su comportamiento no se utilizan golpes ni el pulverizador. No tenemos que relacionarle un objeto o nosotros mismos con un castigo. Tenemos que sacarle de ese estado haciéndole ver que eso no está bien. Un "NO" seco suele llegar.
Lo mejor para que no necesite estar llamando constantemente nuestra atención y que esté mejor es que tuviera una compañía permanente de otro ejemplar de la misma especie.
También sería recomendable sacarle todos los días para que realice sus vuelos y se relacione con nosotros, pero siempre cuando podamos prestarle atención. Es decir, sacarle y dejarle solo mientras estamos nosotros a otra cosa por ahí suele ocasionar que venga a nosotros para llamar nuestra atención. Mejor jugar con él para que desgaste bien energía y luego meterlo en la jaula.
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